El marketer NO es un salvador
Cuando hablamos de posicionamiento, el marketer no es un salvador, este es un objetivo de TODA la compañía, y aunque podemos afirmar que es un trabajo liderado y orientado por el área de marketing, su consecución es el resultado del compromiso de todos.
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¿Por qué digo que el marketer no es un salvador de la compañía?
Con toda convicción me aferro a las palabras que expongo en el título, pues si bien es cierto que el marketing se puede encargar tranquilamente de las ventas de una compañía, el posicionamiento no solo depende de él, sino de todas las áreas que la conforman: operaciones, gestión humana, finanzas, etc.
He visto cómo a algunos colegas marketers se les contrata y casi que de manera inmediata se les empieza a presionar por el tema del posicionamiento, ignorando que para que este se dé, primero el marketer debe definir qué tipo de posicionamiento es el que necesita la empresa y cuál será el papel de las demás áreas en la consecución de dicha meta.
Luego, cada área debe responsabilizarse en su respectivo rol y trabajar en pro de los objetivos de marketing, que en pocas palabras, no son los objetivos de una persona o de un equipo, sino, los objetivos de la empresa en general.
Primero veamos… ¿Qué es el posicionamiento?
Existen tres tipos de posicionamientos para una compañía:
- Posicionamiento basado en variedad: Su enfoque se encuentra en el producto como tal, fueron los japoneses quienes más aprovecharon este tipo de posicionamiento.
- Posicionamiento basado en necesidad: Se enfoca en satisfacer lo que el cliente MÁS valora, ejemplo:
– Precio
– Calidad
– Cantidad
– Diseño
– Servicio - Posicionamiento basado en el acceso: Se enfoca en la facilidad que tiene el cliente para ubicarlo o acceder a él, gracias a su punto de venta bien ubicado o a la facilidad para encontrar a la persona que atiende la solicitud.
El posicionamiento más perseguido por las empresas colombianas es el segundo, pero se ignora que en este, primero hay que conocer al cliente muy bien y definir a qué cosas vamos a renunciar como empresa para conseguirlo.
Posteriormente hay que definir el rol de cada una de las áreas, y cómo le aportará y le responderá al mercadeo, es decir, a la empresa.
Por ejemplo: Si como empresa buscamos posicionarnos en el mercado por nuestro tiempo ágil de respuesta, el área de atención al cliente debe ser reforzada y cumplir con una serie de estándares con el fin de cumplir con la promesa de marketing de la compañía.
Y así, podríamos dar miles de ejemplos, lo importante es reconocer que, como decía en el primer párrafo:
Si bien marketing es el área que está en la capacidad de direccionar y liderar el posicionamiento deseado por la empresa, es necesario que todas las áreas se «monten al bus» y funcionen como un engranaje perfecto.
No puedes pretender que marketing entregue resultados positivos si las demás áreas no están comprometidas con su objetivo, que a la larga, es el objetivo que dará vida a la compañía.
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